Clarissa
Un asiento y su doble: por un lado encierra y protege, por el otro se abre y da la bienvenida. Una clara ambivalencia que separa elaboradamente la forma y el contenido, la imagen y el concepto, el nombre insinúa esta doble función. El capó es un símbolo urbano antiguo y contemporáneo; protege y enmarca la cara, pero también puede ocultarla, lo que indica una negativa a comunicarse o interactuar. El impacto es intenso, y todo es un juego de contraste: el asiento tridimensional parece implicar la bidimensionalidad de un dibujo, los colores superpuestos no se dividen sino que se complementan, la tensión no se alivia sino que se estabiliza. Clarissa es una butaca dinámica, lista para la acción pero abierta a la relajación, la suspensión temporal de la actividad. Una combinación de competencia y colaboración, provocación y estética.